¿Cuáles son las zonas más comunes para aplicar Botox o Dysport?

El Botox y el Dysport son dos de las marcas más populares de la toxina botulínica en tratamientos cosméticos. Esta poderosa toxina actúa como relajante muscular y es eficaz para suavizar arrugas y líneas de expresión faciales que surgen a lo largo del tiempo, especialmente al gesticular. Al reír o al mostrar asombro, los músculos faciales se contraen, movilizando la piel y formando surcos que, con el paso de los años, se hacen más notables.

El principio de acción de Botox y Dysport consiste en inhibir la liberación de acetilcolina en la sinapsis muscular, lo que bloquea la contracción de los músculos. Es decir, estas toxinas impiden que los músculos faciales se contraigan, evitando la formación de nuevas arrugas o la profundización de las existentes.

Las zonas más comunes de aplicación para estas toxinas son las arrugas en la frente, específicamente los surcos formados por la contracción del músculo frontal. El tratamiento con Bótox en esta área elimina las líneas de expresión horizontales, conocidas como "código de barras". También se utiliza con gran eficacia para tratar las arrugas periorbitarias, o "patas de gallo", que se producen por la acción repetida del músculo orbicular de los ojos. Además, las arrugas del entrecejo, que suelen ser muy notorias, responden muy bien a la toxina botulínica, siendo una de las áreas más solicitadas por los pacientes debido a la dificultad de otros tratamientos para abordarlas de manera efectiva.

Tras su aplicación, el Botox y el Dysport logran suavizar las líneas de expresión al evitar que los músculos faciales se contraigan. Los resultados comienzan a ser visibles en tan solo tres días, cuando la toxina empieza a bloquear la contracción muscular, y en dos días la mejora ya se empieza a notar.

Gracias al tratamiento con Botox o Dysport, las líneas de expresión desaparecen o se atenúan de manera significativa, dependiendo de la profundidad de las arrugas. Lo mejor de todo es que, a pesar de los resultados visibles, los pacientes conservan su capacidad para expresarse con naturalidad, sin perder la libertad de mostrar sus emociones. El rostro adquiere una apariencia rejuvenecida, fresca y natural.